Capítulo XIII

Malabat

Lunes 28 de septiembre. Ha vuelto el sol. Atrás queda Dax y su pasada corrida de expectación con su amarga decepción (Véase la crónica).  Tomamos la carretera rumbo a Mont de Marsan y de aquí por la D 651 hacia Brocas les Forges. Estamos en el departamento de Las Landas (40) y de manera más extensa entramos en el parque natural regional de Gascuña. Entre Gironda al norte, mas precisamente la cuenca de Arcachon y al este del Océano Atlántico, donde se extiende un bosque de 315 000 hectáreas de pinos marítimos.

Cruzamos el pueblo por una vía recta hasta que encontramos a mano derecha un señal colgada en un árbol. Colores y hierro de la ganadería Malabat nos invitan a emprender este camino sin asfalto. Al pie de su finca tradicional landesa y bajo los altos pinos nos esperan sus representantes Celine y Pascal Fasalo.
En un pasado no tan lejano Pascal Fasalo era un recortador Landés, con fé en el toro y para matar el gusanillo creó una ganadería de bravos.

¿Ganadero, puede contarnos cómo fueron los principios de la ganadería?

PF: Todo empezó en 1993 con ganado de Yonnet, Gallon y F.André. Por aquel entonces tenía todavía relaciones estrechas con las corridas landesas, pero no era la meta. En el 2000  cambié mi vacada para una de origen Atanasio Fernández de rama Antonio Ordoñez, por El Palmeral cuyo propietario es el francés Olivier Martin. Así, podía consagrar mi labor a este encaste que está en vía de extinción.

¿ Porqué eligió este encaste?

PF: No solo porqué está en peligro, sino que es un toro que me gusta por su embestida, su manera única de repetir y por supuesto por su  trapío.

¿Se puede considerar que estamos en un santuario de este encaste?

PF: El número de ganaderías con sangre “Atanasio” es escaso y a la vista de un mercado taurino que se reduce a diario, de cierta manera somos guardianes de algo de único.

¿Desde un punto de vista económico, cómo se hace el equilibrio?

PF: Aquí tenemos una herramienta sensacional con un servicio de comida para grupos y sala para atender hasta 160 personas, un aforo más que razonable.-(Desde nuestra visita está prohibido abrir los restaurantes)-. Yo trabajo  las mañanas para una empresa, mi esposa también es asalariada y mis dos hijas nos ayudan de manera desinteresada.

¿ Alguna vez ha perdido la fé y las ganas de seguir?

PF: Una vez  la idea de tirar la toalla me pasó por la mente, pero mis dos hijas me llevaron por el buen camino.

Es hora de echar el pienso. Pasamos al lado de la sombreada plazita de tientas y sus dependencias de madera, material rey de la comarca. Todo hecho a mano por el ganadero. Embarcamos un tractor agrícola y nos adentramos en el pinar, nos acompaña un esplendido y claro cielo. Aquí están las vacas, muchas berrendas en negro, una capa típica del encaste. Algunas con mucha leña en la cabeza. Nuestra presencia las incomoda, pero la voz de Pascal Fasalo hace que poco a poquito nos acercamos…Un cercado mas lejano divisamos la mirada de los machos ya con trapío y desallorada cornamenta.

: ¿ganadero, cuantas reses pastan aquí?

PF: Las 50 hectáreas nos sirven para 120 cabezas entre ellas 40 madres, lo que nos deja alrededor de 10 machos para lidiar por temporadas.

¿Hay toreros que podríamos llamar de la casa?

PF: Sí, los hay, en particular los de la zona suroeste como J.Lescarret, T.Dufau, M.Guillon, Clementito y desde dos años Solalito que es de Nîmes.

Mientras que regresamos hacia la finca, Pascal Fasalo nos habla de las dificultades de la actualidad, pero también de los buenos recuerdos. De Jabonito y Cardinero sementales famosos que tienen sus cabezas disecadas colgadas en la pared de la sala de recepción muy cerquita de la chaquetilla de recortador del dueño. También hace referencia a la novillada picada del 2014 en Saint-Sever con los dos últimos novillos que dieron una lidia superior.

Este alto en la verde gascuña llega a su fin, tenemos que “tragarnos” unos seis cientos kílometros para volver a casa. Dejamos a Celine y Pascal Fasalo humildes y cabales ganaderos que en una última muestra de atención, por una llamada telefónica nos abren las puertas de la plaza de toros del pueblo. En Malabat el sentido de la palabra
hospitalidad sirve para algo. ¡Hasta luego!

Brocas. El pueblo respira la tranquilidad. Pasamos entre las antigüas fraguas y la orilla del estanque formado por el río Estrigon para llegar delante de la plaza de toros. El paisaje es inmejorable. Tenemos cita con Philippe Mailho vice presidente (con Marlene Fasalo hija del ganadero) del círculo taurino de Brocas. Oriundo de Burdeos, conoció a los Cubero padre e hijos en la escuela taurina de la famosa ciudad del vino y con ellos aprendió a manejar los trastos de torear. Una vez jubilado se afincó en Brocas y se convirtió en bueno aficionado practico, no dejó de vestirse de corto con el sombrero de ala ancha.

Pero en Brocas faltaba algo…Creó el círculo taurino y, sobre un terreno donado por el ayuntamiento hizo que se levantara una bonita y funcional plaza de toros. Hace mas de tres decadas Philippe Mailho rodeado de sus socios construyeron este edificio que ahora pide mantenimiento. Una plaza de toros hecha de pinos marítimos, con tendidos cubiertos con capacidad para recibir 1600 espectadores, sabiendo que en Brocas viven 800 habitantes… El ruedo de 40,5 metros de diámetro hace que sea envidiada por muchas otras plazas de las Landas.

Naturalmente es durante una feria de la Madeleine en Mont de Marsan, en 1984 que pudo invitar al malogrado José Cubero “El Yiyo” que vino aquí para apadrinar el proyecto de dicha plaza. Una de las puertas lleva su nombre. La plaza sigue estando en actividad, además el 14 de julio del 2020 se celebró un festival con picadores con toros y novillos de… ¡Malabat por supuesto!.

Capítulo XII

Lartet

Capítulo XI

Concha y sierra / Valverde

Capítulo X

Tardieu